viernes, 11 de mayo de 2012

Dame un punto de apoyo y moveré el mundo

La ética está llamada a darle la dirección al proyecto de civilización,
es el principal punto de apoyo en la palanca humana para lograr la paz.





Atlas sigue cargando al mundo sin poder moverlo en la dirección correcta
 o Mafalda tratando de repararlo.




El gran Arquímedes estaba tan emocionado de encontrar el punto de apoyo para mover el mundo cuando descubrió el principio de la palanca, que salía desnudo de la bañera gritando EUREKA,  del griego (lo he encontrado), pero no lo logró mover en la dirección correcta, se le cayó, tropezó, que es lo que está pasando ahora con el mundo.


¡¡EUREKA!! Dadme un solo punto de APOYO ËTICO !!


Varios miles a años después luego de analizar muchos problemas en la dirección del mundo, veo que la falla está en el apoyo ético para moverlo en la dirección correcta. En la vida privada, familiar, económica, política o legal, el apoyo ético marca la gran diferencia hacia donde van las cosas.

La ética es la herramienta llamada a orientar las decisiones humanas en los años por venir, y debió serlo en el pasado; pero enfrenta serios problemas de credibilidad y resultados; muchos la mencionan, pero no saben manejarla, explicarla o fundamentarla.

La cuestión ética aún no se ha terminado de operacionalizar, para que se refleje con resultados. Podría decir que la educación moral y ética se encuentra aun en pañales, a pesar de que desde Aristóteles a Zubiri se le viene citando.

En la actualidad la definición de la ética parece una del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, tibia, ambigua, débil, aguada; lo que la hace un referente inoperante.

ético1, ca.(Del lat. ethĭcus, y este del gr. ἠθικός).1. adj. Perteneciente o relativo a la ética.2. adj. Recto, conforme a la moral.3. m. desus. Persona que estudia o enseña moral.4. f. Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre.5. f. Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana. Ética profesional DRAE

Todo valor, principio objetivo, se debe definir con rigor y detalle, para establecer sus alcances y limitaciones; debe dar resultados, debe ser relacionado con la realidad, con sus estrategias para lograr la realización del valor. Si el amor como valor no se le define, ni cuenta con los medios operativos para obtenerlo, es una palabra vacía; así como los valores de libertad, justicia, felicidad, bienestar, autonomía. Para los relativistas parece una tarea comprometedora o imposible; que mejor si se evita.

Los valores son manejados usualmente dentro de un relativismo ético, criticado por S.S. Benedicto XVI, como una fuga al compromiso para definir con rigor lo que es correcto; lo que en realidad es la no aceptación de las deficiencias propias de ese sistema de valores, en especial cuando se habla de los grupos sectarios, de interés económico, político o religioso.

El capitalismo valora la libertad individual, el derecho al lucro, la no intervención del estado en la economía, pero carece de valores solidarios hacia el pobre, el marginando, bien común y el respeto al medio ambiente. El socialismo en su versión leninista justifica el uso de la violencia, la lucha de clases, la dictadura del proletariado. No dejan de ser sistemas de valores parciales, imperfectos que solo dejan soluciones parciales

Los valores universales desarrollados por las principales religiones y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, se apoyan en elementos comunes que son parte de los valores del proyecto de civilización: el respeto a la vida, a la dignidad de la persona, el bien común.

Pero entre las declaraciones y orientaciones morales hay un abismo hacia la realidad. El mundo no se está moviendo en la dirección correcta, es más bien un movimiento ambiguo, errático, con tropezones o contradictorio.

Si se busca ese sólido punto de apoyo ético que mi alter ego Arquímedes C., menciona, se deben cambiar los apoyos débiles, corruptibles, manipulables, por otros más sólidos rigurosos, reales y aplicables.

Al Arquímedes original le hizo falta la dirección al movimiento del mundo, y hasta la fecha se sigue probando por error y ensayo hacia donde debe ir, según los romanos, ingleses, soviéticos, norteamericanos, según el capitalismo, el socialismo, la religión, etc. Los resultados han sido más errados que correctos.

La ética debe ser parte de la formación esencial de toda persona desde niño cuando hace sus primeros juicios morales (Piaget), y aprende en el juego la diferencia del juego permitido o no, cuando controla los esfínteres, y sabe lo que es sucio o limpio.

Cuando se enseña ética hasta que ya están adultos ya es muy tarde; las viejas mañas resultan difíciles de erradicar. O no encuentra a quien se la enseñe bien, sin material de relleno, enredos teóricos, valores sin definiciones, de manera bien intencionada, pero ingenua. Mientras tanto Atlas sigue cargando al mundo sin poder moverlo en la dirección correcta o Mafalda tratando de repararlo.

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