lunes, 25 de abril de 2011

THE BODY y el ego


Un holón es algo que es a la vez un todo y una parte. La palabra fue acuñada por A...rthur Koestler en su libro El espíritu de la bóveda.




Un holón es un sistema o fenómeno que es un todo en sí mismo así como es parte de un sistema mayor. Cada sistema puede considerarse un holón, ya sea una partícula subatómica o un planeta. En un ámbito no físico, las palabras, ideas, sonidos, emociones y todo lo que puede identificarse es a la vez parte de algo y a la vez está conformado por partes.



Dado que un holón está encuadrado en todos mayores, está influido por que influye a los todos mayores. Y dado que un holón contiene subsistemas o partes está influido a su vez por e influye a estas partes. La información fluye bidireccionalmente entre sistemas menores y mayores. Con esta bidireccionalidad del flujo de información, el sistema empieza a desmoronarse: los todos no reconocen depender de sus partes subsidiarias y las partes no reconocen más la autoridad organizativa de los todos.



Una jerarquía de holones recibe el nombre de holoarquía. El modelo holoárquico puede entenderse como un intento de modificar y modernizar las percepciones de la jeararquía natural.



Los holones junto con los informones se emplean en el estudio de funciones cognitivas asociadas a la conciencia, en determinadas ramas de investigación en informática. En el sentido de autosemejanza, los holones tienen gran similitud con las fractales.





No queremos que nuestros sabios tengan grandes egos; ni siquiera deseamos que exhiban cualquier característica evidente. Siempre que un sabio se muestra humano – respecto del dinero, la comida, el sexo, las relaciones – nos sentimos perplejos, porque estamos planeando huir enteramente de la vida, y el sabio que vive la vida nos ofende. Queremos estar fuera, queremos ascender, queremos escapar, y el sabio que asume la vida con placer, la vive totalmente, sube a cada ola de la vida y surfea en ella hasta el final – nos perturba y nos asusta intensamente, profundamente, porque significa que nosotros, también, deberíamos asumir la vida con placer, a todos los niveles, y no simplemente escapar de ella en una nube etérea, luminosa. No queremos que nuestros sabios tengan cuerpo, ego, impulsos, vitalidad, sexo, dinero, relaciones o vida, porque esas son cosas que habitualmente nos torturan y queremos verlas lejos de nosotros. No queremos surfear en las olas de la vida, queremos que las olas desaparezcan. Queremos una espiritualidad formada de humo.




El sabio completo, el sabio no-dual está aquí para demostrarnos lo contrario. Generalmente conocidos como “tántricos”, estos sabios insisten en trascender la vida, viviéndola. Insisten en buscar la liberación en el envolverse, encontrando el nirvana en medio del samsara, hallando la liberación total a través de la completa inmersión. Pasan de manera consciente por los nueve círculos del infierno, seguros de que en ningún otro lugar encontrarían los nueve círculos del cielo. Nada les es extraño porque nada existe que no sea  Uno Sabor.

En verdad, el secreto consiste en estar enteramente a gusto en el cuerpo y con sus deseos, con la mente y sus ideas, con el espíritu y su luz. Asumirlos enteramente, plenamente, simultáneamente, puesto que todos sin igualmente manifestaciones del Uno y Único Sabor.


Vivenciar la pasión y verla funcionar; penetrar en las ideas y acompañar su brillo; ser absorbido por el Espíritu y despertar para la gloria que el tiempo ha olvidado nombrar. Cuerpo, mente y espíritu, totalmente contenidos, igualmente contenidos, en la conciencia eterna que es la esencia de todo el espectáculo.



En la quietud de la noche, la Diosa susurra. En la luminosidad del día, Dios amado brama. La vida pulsa, la mente imagina, las emociones ondulan, los pensamientos vagan. Qué son todas estas cosas, sino movimientos sin fin del Uno Sabor, eternamente jugando con sus propias manifestaciones, susurrando mansamente a quien quiera oírlo: ¿esto no eres tú mismo? Cuando ruge el trueno, ¿no oyes a tu Yo? Cuando irrumpe el rayo, ¿no ves a tu Yo? Cuando las nubes se deslizan mansamente en el cielo, ¿no es tu propio Ser ilimitado, que está haciéndote señas   Ken Wilber



Por un buen camino.

Después de integrar a la Sombra, el lado oculto de la  Persona, nos encontramos en el nivel del ego : la imagen de sí mismo si vamos ascendiendo por el espectro evolutivo..
 Algunos de los deseos del ego parecen tan extraños, amenazadores, o prohibidos que la persona se niega a reconocerlos como propios Teme que tener un deseo sea lo mismo que actuar conforme a ese deseo y entonces también niega ese deseo Luego olvida que lo negó pero el deseo sigue siendo suyo y  en lo que se refiere a la demarcación entre el yo y el tú   el deseo pasa al "otro" lado donde se incorpora a las filas del enemigo



 pues  el deseo no se evapora ni desintegra, sigue existiendo y parece que lo hiciera fuera del ego. Tecnicamente se convierte en un deseo proyectado,  la persona ya no está en contacto con la totalidad de sus tendencias "yoicas" ( por definición es el destino del ego) y  deformó la exactitud de su imagen perdiendo el contacto. Al  negar facetas propias se fabrica la imagen fraudulenta de la Persona la cual tendrá que integrar esos aspectos reprimidos para que no se le representen en el exterior proyectados, porque el ojo no puede verse a si mismo, necesita de un espejo donde reflejarse.

 Si descendemos por el espectro evolutivo del Organismo-Total : mente y cuerpo unidos, pasamos al  nivel del Ego.

  El Organismo -Total es como un Centauro que integra parte mental y física, cuerpo y mente en una Unidad : el Centauro. Llegando al nivel del ego este niega la parte animal, niega el cuerpo y se niega a extender su identidad a todas las facetas organicas. Se queda con la parte abstracta del Centauro, su personalidad puramente mental  y su cuerpo se convierte en propiedad. Él es el jinete, el que controla, el caballero,  y el cuerpo se ve reducido al papel de bestia estúpida, de la montura, de lo controlado : es el caballo

  Varias son las razones d esta nueva demarcación entre mente y cuerpo y una de las mas importantes es que el hombre todavía sigue huyendo de la muerte. Mientras sigue huyendo de la muerte lo primero que se encuentra , y lo mas problemático, es el cuerpo.. pues  el cuerpo es tercamente impermanente, y el hombre, que huye de la muerte, busca solo aquello que le prometa un mañana, lo cual, evidentemente, excluye al cuerpo 
    Llega el hombre a alimentar el deseo de que su ser, su yo, sea permanente, estático, inmutable, imperturbable, imperecedero. Así son precisamente los símbolos, los conceptos y las ideas : fijos, inmóviles, estáticos. la palabra "arbol" sigue siendo la misma por mas que todos los árboles cambien, crezcan, se transformen o se sequen  Busca la inmortalidad estática como un dogma, buscando esa inmortalidad estática centra su identidad en una idea de sí mismo y a esa abstracción mental le llamamos Ego. No quiere vivir con su cuerpo que es corruptible y por eso vive solamente con su ego excluyendo cualquier referencia válida a la muerte.
  La línea natural entre mente y cuerpo se convierte en una demarcación ilusoria, una valla fortificada que separa lo que es inseparable Cada demarcación genera una batalla, una guerra entre opuestos. Los deseos de la carne se contraponen a las necesidades del alma, no es que pierda contacto con su cuerpo sino con la Unidad de su organismo, de su cuerpo y mente, la unidad de sentimiento y atención. Quedan  el pensamiento compulsivo, por un lado, y el cuerpo disociado por la otra.. Un ego sano integra y organiza todos los aspectos diversos.

 La ironía puede ser increíblemente graciosa. Pero también empieza a adquirir una resonancia vacía. Debajo de todas las tomaduras de pelo, ¿hay alguna profundidad en el Kosmos? ¿Hay alguna conciencia, significado, valor, plenitud, libertad? K. Wilber

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